Cyberceci in Vancouverland

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Location: Vancouver, British Columbia, Canada

I studied Journalism in Chile and have a Master of Journalism at The University of British Columbia (UBC), Canada. My dream? To be the first correspondent on the moon, where I plan to go as soon as I can.

Friday, July 07, 2006

Oficial: Tengo más de 19 años de edad


Si hay algo que me gusta muchísimo y cada vez más es que la gente piense que tengo menos edad de la que realmente tengo. Es, sin duda, lo mejor que le puede pasar a una mujer que -aunque no hace mucho, ejem- ya pasó los 30.

Claro que las desventajas de verse menor a veces superan a los beneficios, aunque parezca imposible. Déjenme dar algunos ejemplos aclaratorios:

Un caso común es cuando no te dejan entrar a una discoteca porque careces de un papelito que demuestre que hace rato cumpliste la edad necesaria para ingresar a este tipo de locales. No sólo debes regresarte a casa tras el bochornoso episodio, sino que -de seguro- le arruinas la velada a quien (es) te acompañaban y que, por solidaridad, regresa (n) contigo y decide (n) que una “excelente opción” para viernes en la noche es jugar cartas y comer Pop Corn .

O cuando tu entrevistado te trata como si fueras una estudiante en práctica y te ves obligada a lanzarle un par de preguntas bien difíciles, seguidas de comentarios que dejen ver tu experiencia (de manera sutil ¡claro!), sólo para demostrarle qué dominas el tema y que no es la primera vez que entrevistas a alguien.

Ni qué decir cuando se trata de hombres: los que me gustan me tratan como a una niña y los que más se me acercan son los que recién estaban aprendiendo a leer cuando yo me encontraba postulando a la Universidad!!! Algunos me hacen reír mucho, debo admitir, como el parcito de imberbes que se acercó a mis amigas y a mí el Domingo en la playa y a los cuáles intenté ahuyentar contestándoles a su pregunta de “¿Cuántos años tienes?” con un “Suficientes como para ser tu madre.” Ni tonto, ni perezoso, uno de ellos me miró y me dijo desafiante: “Cool, porque mi mamá me abraza y me da besos todo el tiempo.” Uff.

Pero una de las principales desventajas aparece cuando no te quieren vender alcohol. En Chile no pasaría, pero acá que son respetuosos de las leyes, suele ser un problema real. La primera vez que recuerdo que me sucediera eso, fue el mismo día en que cumplía 30 años. Esa noche tenía invitados a unos amigos a cenar y, antes de llegar a casa, pasé por la botillería a abastecerme para tan magna ocasión. Cual fue mi sorpresa y, por qué no admitirlo, mi enorme felicidad, cuando el cajero se negó a venderme dos botellas de vino porque no pude demostrarle que era mayor de 25. Estoy segura que ese tipo nunca había visto a alguien tan contento y agradecido porque no le vendieran lo que fue a comprar. De seguro pensó que estaba medio loca, pues me despedí amablemente y con una sonrisa de oreja a oreja.

Pero este sábado, la experiencia no fue tan agradable. Y no porque no me quisieran vender alcohol, sino por lo contrario. Nos encontrábamos mis amigos y yo a todo sol, disfrutando de los conciertos al aire libre del International Jazz Festival, cuando uno del grupo sugirió ir por una cerveza helada. "Más música para mis oídos," repliqué y enfilamos hacia el "Beer Garden." Para variar, me detuvo el guardia que controlaba la entrada y me exigió mostrarle una identificación que demostrara que tengo más de 19 años. Yo pensé que me estaba tomando el pelo. Puede ser que a veces parezca de 24 o 25, sobre todo si no me maquillo, pero de ahí a representar menos de 19... No, eso era mucho.

Apenas empezaba a tratar de convencerlo, con la risa de mis amigos retumbando en mis oídos, cuando el tipo me pide que me quite los lentes de sol. Aunque me pareció poco ortodoxo el método aquél, lo hice, pero no me sirvió de mucho. No hasta que a su segunda negativa respondí con una carcajada de incredulidad y de pronto el tipo me mira y me dice que sonría de nuevo. “¿Qué?” le pregunté sonriendo. Y ahí mismo, en frente de todos mis amigos y la gente que estaba haciendo fila me sale con una respuesta que aún me niego a aceptar: “Ok, pase nomás!”

¡Qué golpe al ego! ¡Qué triste manera de enterarme que se me hacen arruguitas tipo patas de gallo cuando me río! ¡Qué falta de respeto del grandulón! y ¿Qué voy a hacer ahora? Todo esto cruzó mi mente en cuestión de segundos y mientras buscaba las respuestas, mi mano cobró vida propia y aunque en realidad le habría gustado dirigirse hacia la mejilla del desatinado ofensor, decidió aterrizar en su abdomen, dándole lo que pareció un juguetón e inofensivo puñetazo en la barriga, cuando en realidad era el zarpazo de leona herida.

Y desde esa noche, nunca más me he vuelto acostar sin una gruesa capa de crema anti-arrugas y hasta puede que adopte el método de una amiga más loca que yo, quien se pone las manos en las sienes y estira la piel de la zona de los ojos cada vez que ríe, para evitar la aparición de nuevas pruebas irrefutables de que tiene más de 19 años.

11 Comments:

Blogger Elisa de Cremona said...

jajajajajajajajajajajaj jajajajaja jajajajajaj jajajajajaja
yo pensé que diría algo más ciéntifico, pero examinar las arrugas.. nooooo...
pero me identifico con tu experiencia, a veces no es tan bueno parecer más joven de la edad que tienes, hay que estar generalmente, demostrando lo que sabes.. pero bueh... mejor parecer joven.
un beso de adolescente..

12:22 p.m.  
Blogger pedazodecaos said...

Yo tambien he parecido siempre más joven de lo qu soy pero todo lo más se me quitan unos añines... pero menos de 19... eso es suerte de la buena Cecy... con arrugas o sin ellas te lo juro.
Un beso desde la distancia

12:38 p.m.  
Anonymous Anonymous said...

Crema anti- pata de gallo natural, al alcance de cualquier refrigerador: poner clara de huevo cruda en la zona aquella y sobre los papados una rodaja de pepino; dejar por veinte miutos y luego enguajar con agua fria. Resultados comprobados, Ceci!

1:28 p.m.  
Blogger Agnes said...

JAJAJAJAJAJAJAJAJAAAA
No lo puedo creer.
Bueno, hay que disfrutar todo lo posible esos años que no se nos pegan ni en el cuerpo ni en el alma.
MMM, crema antiarrugas, yo aun estoy resistiendome a usar una, pero tal vez empiece a vitrinear.

Besos

7:40 p.m.  
Anonymous Anonymous said...

Crei que al carcajear habia visto tus dientes y había visto que tenias más de 19, uff. Ésto comparado con las patas de gallos, creo que prefiero que me dejen pasar por las patas de gallo jeje!!

6:36 a.m.  
Blogger Elisa said...

Pasaba por aquí y no me aguanté las ganas de postear. *Ü*.
Recuerdo que alguna vez, me pidieron el carné de identidad para venderme una entrada en el cine (la película era categoría mayores de 18 y yo tenía como 26) .. en el momento, no sabía si reirme o llorar.
Te dejo saludos niña, espero pasar más seguido por aca.

8:10 a.m.  
Blogger H.G. said...

jajaja

Pues felices 30!!!

8:38 a.m.  
Blogger Karen said...

Esto tiene sus pro y sus contra...pero definitivamente, es harto mejor a que te encuentren una veterana. Asi que disfrutalo, amiga mia!! Puedes seguir celebrando los ventitantos por muuucho tiempo mas
un abrazo
karen

2:22 p.m.  
Blogger Pamela said...

Te entiendo Ceci, aunque mi caso es super heavy igual. Tengo principios de esquizofrenia gracias a que la gente no ha logrado ponerse de acuerdo. O me piden el carnet o me dicen señora derechamente. Y ante eso, imposible aplicar medidas hacia uno u otro lado. No queda más que tomárselo con humor... ;)
PD: gracias por tu comentario.

6:40 p.m.  
Blogger Nadia said...

has provocado risas generales, en mí también... aunque sufro el problema inverso :( . Además, allá en Canadá las edades para compras de alcohol e ingreso a discos son más altas q en Chile, donde la ligereza en los controles ha traído sus consecuencias...
Creo que la confusión que provocas se debe a que eres una mujer jovial y sonriente ;)

cariños!

10:18 p.m.  
Blogger ... said...

No me preguntes cómo pero gracias a google llegué acá. De seguro te estarás preguntando qué Diego soy... te respondo: el hijo de la Vero, tu prima.

Yo también conocí a ese hombre que describes en una entrada anterior y aunque no lo creas también su breve paso por mi vida me marcó... Siempre me cuestioné por qué la imagen del Tío Carlos era no sé tan cercana para mí si lo había visto sólo un par de veces. Menos podía explicarme porqué me sentía emocionalmente tan cercano a él, era súper raro. Tal vez porque era de la U, quizás porque era lo más cercano que tuve a mi tata Kamal (y vaya q su imagen está mitificada en mi familia)o a lo mejor sólo porque estaba de cumpleaños el mismo día que la Vero... para ser honesto aún no he logardo descubrirlo, pero yo creo que es una mezcla de las tres cosas.

En fin, te dejo muchos saludos y esta dirección no corresponde a mi blog, sólo lo cree para hacer alguna vez unos trabajos y una que otra tontera con un amigo.

Saludos, Diego

11:36 p.m.  

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