Cyberceci in Vancouverland

What am I still doing here? Read and find out...

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Location: Vancouver, British Columbia, Canada

I studied Journalism in Chile and have a Master of Journalism at The University of British Columbia (UBC), Canada. My dream? To be the first correspondent on the moon, where I plan to go as soon as I can.

Tuesday, April 11, 2006

En busca del tesoro


Estábamos en la reunión de pauta esta mañana cuando uno de mis colegas recibe un llamado telefónico. Era su hijita.

- “¿Más pistas? Bueno, a seguir buscando, tesoro,” le contestó él.

Ante la mirada inquisidora de varios, sonrió y sólo dijo “Geocaching”

- ¡Ahhhh!, exclamó el resto, como si con esa palabra bastara.

- “¿Geo qué?,” pregunté yo. Y ahí mismo quedó en evidencia mi desfase tecnológico y el hecho de que no tengo hijos ni sobrinos.

El Geocaching es un juego que cada vez se practica más en el mundo entero. No es otra cosa que una búsqueda del tesoro de la era digital, ya que la caza se realiza con la ayuda de un GPS (sistema de posicionamiento global mediante satélites) y las ubicaciones relativas se pueden publicar en Internet.

El juego se basa en que, previo anuncio de unas determinadas coordenadas, los participantes (llamados geocachers) inician la búsqueda de un determinado objeto o "tesoro", normalmente de valor más simbólico que real, escondido en los lugares más insólitos: desde un centro comercial hasta en la entrada misma de la Cueva del Milodón, en el sur de Chile.

Una vez que se ha completado con éxito la búsqueda, el actual poseedor del tesoro debe avisar a los demás de que lo ha encontrado, sobre todo debe avisar al geocacher que lo colocó en el sitio, mediante una especie de contraseña que se coloca en el mismo lugar para confirmar el resultado, obviamente para que no se produzcan malos entendidos entre los que participan de la búsqueda.

Además de la variedad geográfica también existen diferentes modalidades de búsqueda. Las hay simples, es decir, de un solo tesoro dentro de unas coordenadas dadas y más complejas, con pistas en diferentes lugares que a su vez llevan a otros y dan detalles sobre dónde encontrar el ansiado tesoro (pistas que los geocachers se encargan de dejar intactas para que no se pierda la esencia del juego y los siguientes aventureros puedan disfrutar y aprovecharlas de igual forma).

Variantes del juego hay varias también. Famoso es, por ejemplo, el BookCrossing en el cual la idea es leer el libro que encuentras y dejarlo luego para otra persona. La idea es liberar libros "en la jungla" para que sean encontrados por otras personas, normalmente extraños. Si alguien decide liberar un libro vía BookCrossing, éste tiene que ser registrado para conseguir un BCID (BookCrossing ID number) para que así figure en la base de datos del sistema. A la persona que luego lo encuentre se le pide que se registre en el Website de BookCrossing y que escriba una pequeña nota para notificar el hallazgo, y luego soltar nuevamente el libro una vez se haya terminado.

Otros tesoros incluyen música (CDCrossing o DiscCrossing) y, como podría esperarse en el materialista mundo gringo, dinero (“Where's George?”), en el cual se buscan dólares escondidos. Habrá que ver cuántos los dejan ahí para que otros los encuentren también.

Tuesday, April 04, 2006

Alex Tai, director de vuelos espaciales de Virgin Galactic: "¿Para qué viajar por el mundo si se puede viajar a otros mundos?"


Nací en Wegberg (Alemania), he sido piloto de la RAF (fuerzas aéreas del Reino Unido) y vivo entre Los Ángeles y Atenas. Soy piloto aeronáutico y director de operaciones de Virgin Galactic. Estoy casado y sin hijos. Soy socialdemócrata y protestante. Confío en inaugurar en el 2009 nuestros viajes de turismo espacial.

- ¿Así es que en un par de años realizarán su primer viaje al espacio? ¿Cuánta gente se ha inscrito?

- Ya tenemos 40.000 personas en la lista.

- ¿Tantas?

- Sí, de 121 países. Y eso que, para frenar preinscripciones, pusimos un filtro: pagar todo el billete por adelantado. ¡Y ya tenemos 11 millones de dólares en depósitos!

- ¡Guau! ¿Y cuánto cuesta un pasaje?

- Sólo 200 mil dólares por persona.

- Supongo que el precio es de ida y vuelta

- ¿Cómo?

- Nada, una bromita. Pero, volviendo al tema del costo, ¿cuán pronto estará al alcance del común de los mortales?

- Ahora resulta caro, pero recuerde que los primeros vuelos transatlánticos estaban sólo al alcance de los más adinerados y hoy vuela todo el mundo. De hecho, antes de la Segunda Guerra Mundial, un pasaje Londres-Nueva York costaba el equivalente a 80 mil dólares de hoy.

- ¿Hay chilenos en esa lista de espera?

- Sí, algunos.

- ¿En serio? ¿Son conocidos?

- No puedo dar nombres. Sólo puedo mencionar a quienes lo han hecho público como Sigourney Weaver, Moby, Brad Pitt, la actriz de la famosa serie Dallas, Victoria Principal, el diseñador francés Philippe Starck y el director de cine inglés, Bryan Singer.

- ¿Está usted en la lista?

- ¡Cómo no! Yo seré el piloto del primer vuelo.

- ¿Cuándo partirá ese vuelo?

- Confiamos en estar a punto a finales del año 2008 o principios del año 2009.

- ¿Cuántos pasajeros caben en un vuelo?

- Seis. Podrían viajar más, pero queremos que todos tengan su propia ventanilla y puedan disfrutar a fondo de esa experiencia.

- ¿Cómo es la nave?

- Tiene seis metros de largo y más de dos metros de alto, con espacio de sobra para que los seis pasajeros puedan jugar libremente en el momento de ingravidez.

- ¿Jugar? ¿A qué?

- ¡A dar volteretas en la cabina, por ejemplo! A hacer piruetas... ¡Queremos que este viaje sea una atracción, una diversión, una experiencia única!

- ¿Cuánto tiempo de ingravidez tendrán?

- Unos diez minutos.

- ¿Y cuánto tiempo durará un viaje?

- Dos horas. Es un viaje suborbital, es decir, no entraremos en órbita.

- ¿Puede explicarme eso?


- El cohete nodriza despega portando la nave, asciende hasta los 100 kilómetros de altitud, sin sobrepasarlos. Porque si subiese más, la nave entraría en órbita...

- ¿Y qué tendría eso de malo?

- Que, al entrar en órbita, la nave rotaría en torno a la Tierra, por lo que luego tendría que cubrir un largo viaje para poder aterrizar en el mismo punto del que despegó.

- ¿Podría describirme los detalles del viaje?

- Despegaremos del desierto de Mojave (Nuevo México), donde hoy nos brindan una colaboración de 225 millones de dólares para construir un aeropuerto especial, porque saben que esto atraerá turismo y negocio...

- ¿Despegarán desde otros continentes?

- Queremos que así sea. Corra la voz, por si alguien se anima a invertir... ¡Es un negocio redondo!

- OK. Pasaré la voz. Estábamos despegando...

- Sí. Aceleramos a 3G y alcanzaremos una velocidad cuatro veces la del sonido. Ahí hay mucho ruido del motor, sensación de presión... Y, arriba, se apaga el motor: nos invade un gran silencio, flotamos en el asiento...

- ¿Hará falta algún entrenamiento?

- Físico y psíquico, sí: el día antes habrá tres horas de entrenamiento como el de los astronautas. Porque en dos horas vivirán tantas sensaciones nuevas y diferentes, ¡que queremos que sepan sacarles el máximo jugo!

- ¿En qué consistirá ese entrenamiento?

- Probarán su traje espacial, la ingravidez, la gravedad alta (por la aceleración), las vibraciones, el ruido, una simulación de vuelo... Los psicólogos les advertirán de que quizá sientan miedo, y que eso es lo natural.

- Hemos llegado arriba, estamos flotando...

- Eso. Flotamos. Jugamos. Soltamos golosinas que flotan por la cabina... ¿Quiere ver la esfera de la Tierra? Suba, y desde ahí arriba mire por las ventanillas: verá esa bola azul flotando, lo fina que es nuestra atmósfera...

- El panorama debe de ser espectacular...

- Sí. Vemos el planeta en un radio de 150.000 kilómetros en todas direcciones. Será por la mañana: veremos la mitad del planeta iluminada, y la otra mitad en tinieblas, con el brillo de las luces de las ciudades, sobre un fondo de estrellas...

- ¡Qué buen viaje de luna de miel!


- Pues sí: tenemos una pareja que ha comprado ya las seis plazas para viajar a solas...

- ¿Hay límite de edad para volar?

- Ni por arriba ni por abajo. Sólo haremos una prueba física y descartaremos a quien padezca dolencias cardiacas o pulmonares.

- ¿Y cáncer o SIDA?

- ¿Cómo vamos a negarle una gran ilusión como ésta a alguien con un cáncer o SIDA?

- ¿Y no correremos riesgo de accidente?

- Una nave de la NASA, tipo lanzadera, tiene riesgo de accidentarse en uno de cada 64 vuelos... Por eso estamos trabajando por la seguridad, para que el riesgo se acerque a cero.

- ¿Preparan viajes más ambiciosos?

- Sí. Incluso ya estamos estudiando la factibilidad de un hotel espacial. La idea es hacer una escala ahí para luego continuar hasta otro hotel en Marte.

Y deambulan por este blog:

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