Tus (mis) cinco manías
Alguien por ahí tiene la manía de andar inventado cadenas. Otro por allí tiene la manía de contestarlas y pasarlas. En este segundo grupo me inscribiré hoy yo. Gracias al gentil auspicio de Arkadiaz, quien me ha dejado una cadena que me pareció muy simpática. Por eso no lo pensé dos veces y aquí va.
Ah! Sí, primero permítanme presentarles las reglas del juego:
El primer jugador (fijo que fue algún bicho raro que se sentía sólo en su mundo de maniático y necesitaba confirmar si había más ociosos como él) de este juego inicia su mensaje con el título "5 extraños hábitos tuyos". Las personas que son invitadas (el resto de los maniáticos que deambulan por la red) a escribir un mensaje en su respectivo blog a propósito de sus extraños hábitos, deben también indicar claramente este reglamento (por si alguien es lento y le cuesta entender de qué se trata la cosa). Al final, tienes que escoger a 5 nuevas personas (eso para hacer amigos o para joderse a un enemigo), listándolos con los respectivos links a sus blogs. No olvides dejar un comentario en los blogs de tus víctimas, diciendo algo así como: "Has sido elegido" y los invitas a leer el tuyo.
Pues ese es el jueguito. Ahora les cuento algunas de mis manías, que obviamente son bastantes más de cinco… pero que aquí intenté condensar…
En primerísimo primer lugar de todas las manías que he tenido, tengo y tendré, destaco mi relación de amor/odio con el teléfono. Me encanta comunicarme con mis amigos y familiares, pero odio que suene cuando yo no quiero. Así es que, para no tener que atender, lo desconecto o lo apago. El problema es que lo mantengo más apagado que en uso, ya que no contesto cuando: estoy escuchando o viendo las noticias, estoy viendo una película, estoy comiendo (mínimo tres veces al día) o estoy a punto de quedarme dormida.
Segunda: No sólo soy vegetariana, sino que tampoco uso ni cuero legítimo ni pieles. En nada de nada: ni zapatos, ni carteras, ni abrigos, ni billeteras...N-A-D-A. Es cierto que esta “manía” me ha traído más de alguna molestia, especialmente en mis pies, pero me enorgullece pensar que he salvado la vida de un animal y que le he dado trabajo a otro animal: mi psicólogo.
Tercera: Siempre ando apagando la luz de las habitaciones donde no hay nadie y los artefactos que alguien olvidó apagar (TV, radios, etc). En el trabajo, por ejemplo, ya no preguntan quien apagó la luz de la cocina… Sólo escucho que me gritan “Buenos días, Cecilia”, pues saben de sobra quién estuvo allí.
Cuarta: No soporto el desorden. Es algo que me supera, me pone de mal humor y me deprime, todo al mismo tiempo. De niña no podía estudiar si mis cuadernos no estaban todos subrayaditos y ordenados. De vieja, no puedo comenzar a trabajar o escribir si mi escritorio está desordenado o, peor aún, sucio.
Quinta: Siempre llevo chocolates, mi cepillo de dientes y la pasta en la cartera. Vaya donde vaya, por corto que sea el viaje (hasta para salir de compras). De lo contrario, me baja una angustia indescriptible, que no se me pasa hasta que compro el elemento faltante de la trilogía mágica (usualmente el chocolate, que es el que se me acaba más pronto).
Gracias a Dios que para propósitos de este jueguito sólo son cinco manías. Podría haber seguido escribiendo un par de páginas más!!!!
Y ahora, porque los conozco y sé que va a resultar súper interesante y gracioso leer sus manías, le paso esta cadena a:
Karenciña
René
Paz
Elisa de Cremona
Hego
Ah! Sí, primero permítanme presentarles las reglas del juego:
El primer jugador (fijo que fue algún bicho raro que se sentía sólo en su mundo de maniático y necesitaba confirmar si había más ociosos como él) de este juego inicia su mensaje con el título "5 extraños hábitos tuyos". Las personas que son invitadas (el resto de los maniáticos que deambulan por la red) a escribir un mensaje en su respectivo blog a propósito de sus extraños hábitos, deben también indicar claramente este reglamento (por si alguien es lento y le cuesta entender de qué se trata la cosa). Al final, tienes que escoger a 5 nuevas personas (eso para hacer amigos o para joderse a un enemigo), listándolos con los respectivos links a sus blogs. No olvides dejar un comentario en los blogs de tus víctimas, diciendo algo así como: "Has sido elegido" y los invitas a leer el tuyo.
Pues ese es el jueguito. Ahora les cuento algunas de mis manías, que obviamente son bastantes más de cinco… pero que aquí intenté condensar…
En primerísimo primer lugar de todas las manías que he tenido, tengo y tendré, destaco mi relación de amor/odio con el teléfono. Me encanta comunicarme con mis amigos y familiares, pero odio que suene cuando yo no quiero. Así es que, para no tener que atender, lo desconecto o lo apago. El problema es que lo mantengo más apagado que en uso, ya que no contesto cuando: estoy escuchando o viendo las noticias, estoy viendo una película, estoy comiendo (mínimo tres veces al día) o estoy a punto de quedarme dormida.
Segunda: No sólo soy vegetariana, sino que tampoco uso ni cuero legítimo ni pieles. En nada de nada: ni zapatos, ni carteras, ni abrigos, ni billeteras...N-A-D-A. Es cierto que esta “manía” me ha traído más de alguna molestia, especialmente en mis pies, pero me enorgullece pensar que he salvado la vida de un animal y que le he dado trabajo a otro animal: mi psicólogo.
Tercera: Siempre ando apagando la luz de las habitaciones donde no hay nadie y los artefactos que alguien olvidó apagar (TV, radios, etc). En el trabajo, por ejemplo, ya no preguntan quien apagó la luz de la cocina… Sólo escucho que me gritan “Buenos días, Cecilia”, pues saben de sobra quién estuvo allí.
Cuarta: No soporto el desorden. Es algo que me supera, me pone de mal humor y me deprime, todo al mismo tiempo. De niña no podía estudiar si mis cuadernos no estaban todos subrayaditos y ordenados. De vieja, no puedo comenzar a trabajar o escribir si mi escritorio está desordenado o, peor aún, sucio.
Quinta: Siempre llevo chocolates, mi cepillo de dientes y la pasta en la cartera. Vaya donde vaya, por corto que sea el viaje (hasta para salir de compras). De lo contrario, me baja una angustia indescriptible, que no se me pasa hasta que compro el elemento faltante de la trilogía mágica (usualmente el chocolate, que es el que se me acaba más pronto).
Gracias a Dios que para propósitos de este jueguito sólo son cinco manías. Podría haber seguido escribiendo un par de páginas más!!!!
Y ahora, porque los conozco y sé que va a resultar súper interesante y gracioso leer sus manías, le paso esta cadena a:
Karenciña
René
Paz
Elisa de Cremona
Hego