Cyberceci in Vancouverland

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Location: Vancouver, British Columbia, Canada

I studied Journalism in Chile and have a Master of Journalism at The University of British Columbia (UBC), Canada. My dream? To be the first correspondent on the moon, where I plan to go as soon as I can.

Monday, April 25, 2005

No confío


Perrito color chocolate: ¡gran combinación!

“Si a alguien no le gustan los chocolates, simplemente esa persona no es de fiar,” me dijo mi amigo y abogado Rafael un día en que tratábamos de encontrar nuevos argumentos para justificar nuestra adicción común. Yo lo encontré exagerado, pero no falto de cierta verdad y, un segundo después, hasta me sorprendí a mí misma cuando aseguré, categórica, que yo desconfiaba absolutamente de quienes no querían a los animales.

No es que postulara ni postule que todos debiéramos ser vegetarianos (aunque sería ideal), ni que debiéramos sentir igual ternura hacia un perro que hacia una serpiente. Tampoco pretendo que a todo el mundo le guste tener una mascota, ni digo que todas las personas que aman a los animalitos son de confianza. Pero cada día me convenzo más de que el cariño a los animales es un muy buen parámetro para clasificar a una persona.

De hecho, alguien que envenena a un animal simplemente porque le molesta su cercanía (descártense olores o ruidos, simplemente concentrémonos en el hecho de tener que “ver” al gato, perro, etc. cerca) sólo merece mis más duras palabras de repudio y mi total desprecio.

A una de esas personas va dedicado este post. A esa innombrable vecina desalmada que envenenó a “Coludo”, el gatito que se había convertido en el “mejor amigo” de mi veterano perro “Coky” y, por qué no decirlo, de mi hermana también.

No puedo entender tanta crueldad. Me supera. Me enoja, me entristece, me deja pensando.

Menos me cuesta entender las exageraciones de cariño, situaciones que se ubican en un terreno intermedio entre lo normal y lo patológico, difíciles de analizar y clasificar, pero no por eso menos criticables. Por ejemplo, en un artículo titulado “Democracia Animal,” del diario español El País, se relataba hasta dónde puede llegar la afición a los animales con motivo de la inauguración de un restaurante para mascotas con un menú de tres platos y postre!!!!! Y los ejemplos seguían con las peluquerías y la moda sofisticada para mascotas, para acabar preguntándose si algún día los animales tendrían derecho al voto.

Lo anterior tampoco lo entiendo. También me supera y me deja pensando, pero al menos no me dan ganas de llorar.

Para todos ellos va este post. A los exagerados, a las víctimas y a los victimarios. No quiero dejar fuera a esos otros amantes de los animales, héroes cotidianos, entregados en cuerpo y alma al cuidado y bienestar de los animales, que hacen de esa labor uno de los motivos centrales de sus vidas, pero que tienen la cabeza en su sitio y suficiente capacidad de amar como para no descuidar a las personas que les rodean. O esas otras rebosantes de sentido común, que han decidido incluir uno o varios animales en sus vidas, a los que quieren como a uno más de la familia, pero sin cursilerías ni excesos, igual que a sus propios hijos, que no es decir poco.

Para todos aquéllos, en quienes confío y en los que desconfío… Y, por cierto, para algunos abogados que a veces emplean la “prueba del chocolate” antes de decidirse a tomar un caso. Para todos ellos, vaya este post.

15 Comments:

Blogger Ma®ía Pastora said...

¿Sabes? A mí una vez me dijero que las personas que mataban o maltrataban a los animales tenían una muerte larga y dolorosa, y lo peor de todo es que lo he omprobado. Hay cosas inexplicables, en fin, así es que comprendo y comprato lo que dices...
Ayer me acordaba de ti, en la micro iba leyendo (nótese, leyendo) y una galla me buscaba conversa... no quise ser polite, el libro estaba muy bueno y ela desatinada me ve poh jaja :P
¿Así es que trabajarás en periodismo participativo? ¡genial! Mmm ¿sabes? Mi editor de OMNI es canadiense jiji pero está en Corea :O
Yo cacho que algún día tendremos que conocernos... es que de verdad son demasiadas coincidencias... (¿qué crees que dicen de mí cuando me describen? jijij).

¡Saluuudos y abrazoooos!

5:40 p.m.  
Blogger pedazodecaos said...

curioseando por la blogosfera, de la que aun soy muy novata, entro en tu blog y...¿que me encuentro? la mirada más dulce y triste y de chocolate además....mmmmm.... me solidarizo a todo lo que dices en ese post. Me gusta el blanco, el negro, el amargo, el con leche, con almendras, con frutitas, el belga, el suizo... todos todos todos... eso me debe de convertir en alguien defendible por tu abogado si me encuentro a la que envenenó a tu gatita y la descabezo ¿no?
Saludos y volveré a leerte... tu blog parece de lo mejor

6:37 a.m.  
Blogger Karen said...

Yo siempre he sentido desconfianza ante los que aman a los gatos. Será porque me dan alergia y no puedo ni acercarme sin ponerme a estornudar como loca. La Nata es testigo de ello.
Si confio plenamente en los chocolate adictos, a los que además les gusta el queso y el mani tipo japonés!!
un beso
k

8:46 a.m.  
Blogger :: ritalin :: said...

AAAAGH, tantos blogs, tantas vidas que leer!!
Caí por acá por accidente, pero me gustó eso del chocolate y los animales. Soy adicto al chocolate, tengo una perrita Petit Lyon color chocolate, y comparto 100% tu opinión.
Así que, como no tengo polémica que hacer, me retiro silenciosamente. Bye.

10:03 a.m.  
Blogger :: ritalin :: said...

.. y a propósito, también me gustan los gatos, los quesos y el maní japonés. Pero comparto eso de que son medio traicioneros... pero es por su naturaleza cazadora. De hecho, leí en alguna parte que si crias un gato desde antes de destetarlo, el jura que es humano. Plop.

10:05 a.m.  
Blogger Ceci said...

Bienvenidos Ritalín y Pedazo de Caos! (no puedo esperar a entrar en sus respectivos blogs para conocerlos un poco).

Gracias mi queridas Karen y Aylén por los comentarios. El perrito no es mío, pero pertenece a un vecino y me encanta. Se llama “Zorro” (léase con pronunciación gringa, algo así como Zorrouuu). El envenenamiento del gato se produjo en Chile (yo estoy en Vancouver, Canadá) y, aunque no lo conocí, no dejó de dolerme la noticia que me dio mi hermana.

PS: Mi perro también está en Chile, tiene 17 años y esta es su foto: http://cyberceci.blogspot.com/2005/02/llegar-los-diecisiete.html

10:32 a.m.  
Blogger Elisa de Cremona said...

pues yo como chocolate como si mi vida dependiera de eso... debo de ser demasiado de confiar... pucha! y yo que quería ser misteriosa...
jeje
un besito querida...

1:19 p.m.  
Blogger yole said...

Muy delicioso será ahora
estar en la playa,
contemplar a mi sirena
descansada en la arena
y saborear sus besos
de chocolate...
Besos

10:42 p.m.  
Blogger isabelitiya said...

Yo tengo un perro y le adoro. Es la primera "persona" q me saluda cuando llego a casa es él. también es el que más me apoya. estoy contigo en q ese tipo de gente no tiene alma. un saludillo

12:58 a.m.  
Blogger Roberto Arancibia said...

Le leí tu post a la Michi. Le dió pena por Coludo y no pudo entender a lo que se dedicaban los abogados, pese a mis largas y sesudas explicaciones, pero le gustó lo del chocolate.
Te manda un lenguetazo.

Cariños,
R.

5:06 p.m.  
Anonymous Anonymous said...

Mmmh... no conozco casos tan extremos. Eso sí, un compañero de departamento de mi humano me agarraba a escobazos cuando él no estaba, pero no he tenido más experiencias de ese tipo.
Da gusto que otros humanos se preocupan por nosotros... como debe ser. Y que nos rindan pleitesía. Es el orden natural.

1:19 p.m.  
Blogger Ceci said...

Run Run, gracias por tus palabras. No sé si tu solidaridad se extiende a otros animales, pero si es así, mira este link: http://www.savetoby.com/

3:06 p.m.  
Blogger Vero said...

¿La prueba del chocolate?
Eso merece una aclaración...

9:27 a.m.  
Blogger Vero said...

Ah, y se me olvidaba...
el chocolate, en todas sus variedades...mmm, me declaro adicta hasta los huesos.
Ñomi!

9:49 a.m.  
Blogger H.G. said...

Sabes que odio? Las corridas de toro. Quisiera saber si se divertirían tanto si las variaran un poco y colocaran a los toreros desarmados en medio de un ruedo con un toro salvaje y que premiaran al toro si logra enterrarle los cachos al infeliz con mucha clase.
En fin... a mi me gustan los animales, pero la historia de mis mascotas y yo ha sido triste. Tal vez deba escribir algo en el blog sobre eso.
Un abrazo!

8:30 a.m.  

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