“Ser Fome:” Lo que nos define como chilenos
¡Ja! Con este título ya me gané nuevos enemigos. Pero, sigan leyendo. Puede que cambien de opinión, pues este post no se trata de lo que creen. No señoras y señores. No voy a criticar a mi país, ni voy a reclamar por todas las características típicas de sus ciudadanos, esas que no me gustan. Simplemente quiero derribar un mito lingüístico y levantar otro.
Procedo:
Hasta hace, digamos, un par de meses, pensaba que el término “altiro” (de inmediato, al toque, ahora mismo, ahorita, etc.) era exclusivo del vocabulario chileno y era lo que, a falta de acento (sea falta premeditada o adquirida), nos delataba frente al resto de la comunidad hispano parlante. Pero dicha creencia me duró sólo hasta que me hice amiga de Claudia, una chica boliviana simpatiquísima, quien usa tanto o más el “altiro” que yo o cualquiera de mis compatriotas. Tal descubrimiento me trajo consigo una sensación de identidad perdida, de complicidad y reconocimiento con el resto de los chilenos inexistente, de vacío.
“Está bien,” pensé. “Nosotros les robamos el derecho a tener mar, lo menos que pueden hacer ellos es robarnos una palabra” (Con esto sí que me gano enemigos, pero no me importa. Continúo:)
Hasta que descubrí que el único término que nos pertenece y nos distingue es “fome”. No es que la palabra en sí sea fome. O quizás lo es. Es que, dejando de lado los análisis metalingüísticos, me di cuenta que no hay hispano parlante, exceptuando los mismos chilenos o quienes han visitado el país y/o tienen amigos chilenos, que entienda a qué nos referimos por “fome.”
Lo he “testeado” con peruanos, bolivianos, argentinos, colombianos, mexicanos, guatemaltecos, hondureños y españoles. Y hasta ahora, ha pasado la prueba. Todos me han quedado mirando con cara de “¿Cómo dice que dijo?” Entonces me toca explicarles, o intentar por lo menos, el significado de nuestro “fome” (aburrido, sin gracia, película que te hace dormir, chiste que no te hace ni siquiera sonreír, etc.). A la mayoría le gusta e, incluso, algunos de mis amigos lo han adoptado.
Lo único triste es darse cuenta que es "lo fome," lo que nos define como chilenos.
A propósito: ¡Que post más fome!
Procedo:
Hasta hace, digamos, un par de meses, pensaba que el término “altiro” (de inmediato, al toque, ahora mismo, ahorita, etc.) era exclusivo del vocabulario chileno y era lo que, a falta de acento (sea falta premeditada o adquirida), nos delataba frente al resto de la comunidad hispano parlante. Pero dicha creencia me duró sólo hasta que me hice amiga de Claudia, una chica boliviana simpatiquísima, quien usa tanto o más el “altiro” que yo o cualquiera de mis compatriotas. Tal descubrimiento me trajo consigo una sensación de identidad perdida, de complicidad y reconocimiento con el resto de los chilenos inexistente, de vacío.
“Está bien,” pensé. “Nosotros les robamos el derecho a tener mar, lo menos que pueden hacer ellos es robarnos una palabra” (Con esto sí que me gano enemigos, pero no me importa. Continúo:)
Hasta que descubrí que el único término que nos pertenece y nos distingue es “fome”. No es que la palabra en sí sea fome. O quizás lo es. Es que, dejando de lado los análisis metalingüísticos, me di cuenta que no hay hispano parlante, exceptuando los mismos chilenos o quienes han visitado el país y/o tienen amigos chilenos, que entienda a qué nos referimos por “fome.”
Lo he “testeado” con peruanos, bolivianos, argentinos, colombianos, mexicanos, guatemaltecos, hondureños y españoles. Y hasta ahora, ha pasado la prueba. Todos me han quedado mirando con cara de “¿Cómo dice que dijo?” Entonces me toca explicarles, o intentar por lo menos, el significado de nuestro “fome” (aburrido, sin gracia, película que te hace dormir, chiste que no te hace ni siquiera sonreír, etc.). A la mayoría le gusta e, incluso, algunos de mis amigos lo han adoptado.
Lo único triste es darse cuenta que es "lo fome," lo que nos define como chilenos.
A propósito: ¡Que post más fome!
12 Comments:
Curioso. En la universidad teníamos un profesor de Teoría del Lenguaje, de quien aprendí sobre fonemas, morfemas y semantemas. Por razones bastante obvias le decíamos "fomema".
Ahora entiendo que él era parte de nuestra identidad chilensis.
besos!!
k.
Muy entretenido el post, weno, weno. Yo tengo muchos amigos de otros terruños y me ha pasado con otras palabras o expresiones que no tienen traducción exacta, como "me tinca" y "me da lata". Hay muchas otras que ahora no recuerdo, lo que queda claro es que somos tincados, fomes y además lateros.
Es cierto, me pasó también con las que supuestamente son las ocmidas típicas de chile y al parecer la única que no existe en otros lugares, como por ejemplo las empanadas, es el charquicán. ¡Cuack! también no es como una comida que tenga mucho glamour ajja
¡Saludos!
¡¡¡Sí!!! Muchas cosas en común, demasiadas... ¡te felicito por tu pega soñada! Y justo escribimos el mismo día de eso jejeje...
Tengo una amiga muy querida que vive en Quebec y me encantaría ir a verla, jajaj a ver si voy por ahí y te veo jeje...
Arturo Catalán es un angelito que me envió Dios, te lo juro, lo quiero mucho y lo admiro demasiado, es como mi papá en el periodismo jeje (y mi mentor blog jeje) y Alexis fue mi profe a quien le debo, junto con Manuel Contreras, muchas cosas de las que sé de periodismo digital.
Quedarás e-dentificada jejje ;) Así es que te seguiré leyendo :)
Gracias por tu comentario y visita :):):)
Seguro que ha sido la misma luna y el mismo mar quienes te dicen que nada de fome tienen los chilenos y mucho menos una maravilla como vos.
Creo que nos faltó agregar nuestro célebre "cachai"...si algo nos distingue es eso. ¿cachai o no? Basta escucharlo para pensar "¡Es Chileno!!"
Navegando ociosamente descubri una página francesa que decía que el charquicán era un plato típicamente mapuche y considerado el plato nacional de Chile. Pero tambien vi la receta en una página de sabores del Perú.
Pero las frutillas, fueron descubiertas por primera vez en Chile. Fragaria chiloensis. ¿Qué mejor exportación que esa?
Nada de fome, olvídalo. Tal vez lo mismo pensó Alvaro Henríquez al titular el penúltimo disco de Los Tres así, "Fome".
Saludos,
Nadia.
O sea que las frutillas son, efectivamente, frutillas y no “fresas” como algunos insisten en llamarles. Eso sí que no es fome, cachai? Es más, “me tinca” que a nadie le “daría lata” comerse unas “frutillas” con crema “altiro”!
y qué me dices de unos porotos granados con un pastelito de choclo??
eso tampoco lo conocen! y para qué te explico mis rollos con el: "ya po'"
ufff.... hay que saber idiomas... jajaja
un besito queridaaa
Tu teoría al parecer es válido. Aquí tienes a un venezolano que nunca había escuchado esa palabra (tampoco "rasca", por cierto).
Me tardé en devolverte la visita, pero eso no tuvo nada que ver con que tu blog sea fome (ni tampoco lo eres tú), sino que estuve muy ocupado con el trabajo esta semana. Pero no te preocupes, aunque algunas veces tarde en hacerlo, siempre me pasaré por aquí. Es un placer!
Un Abrazo.
Hola ceci, bueno algunos serán fomes, ni tú ni tu post se inscirben en esa categoría. beso,
k
Holas a todos!! La verdad es que me es muy divertido leer lo que pusisteis porque tengo amigos chilenos a los que echo mucho de menos (yo soy española) y oír el habla típica de allí ayuda mucho, alivia la nostalgia, jej.
Lo del "ya po", "fome" y el "cachai?", por supuesto que es inconfundible, pero otra cosa que a mí me encantó y que nunca había oído fue lo de la "guata"...Ahora siempre digo "me duele la guata" y nadie me entiende!jaja Un beso.
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