Ad Hoc!
Recién me enteré que los versos de una canción que últimamente volvió al ranking de mis “melodías mentales” es del famosísimo argentino, Facundo Cabral. Recuerdo que mi papi (eterno simpatizante de la cultura trasandina) la hacia más fuerte cada vez que la tocaban en la radio.
La estrofa que ha estado sonando en mi cabeza es ésa que dice más o menos así:
“No soy de aquí, ni soy de allá
no tengo edad, ni porvenir
y ser feliz es mi color
e identidad”
Ahora, el porqué ha vuelto a mi repertorio mental NO tiene nada que ver con las clases de tango, ni con mis amigos argentinos de Vancouver, sino con un hecho mucho menos romántico y bastante patético, a decir verdad.
Trataré de hacer el cuento corto. Hace más de 6 semanas (principios de diciembre) decidí renovar mi VISA canadiense. Tengo un permiso de trabajo, pero si quiero salir del país, no puedo volver a entrar sin la bendita VISA. Hasta entonces, no tenía intenciones de viajar fuera de Canadá, sino hasta que regresara a Chile. Pero la nostalgia y otras cosillas me motivaron a renovarla.
Así las cosas, junté los documentos, pagué los impuestos correspondientes y envié todo, pasaporte incluido, al Consulado de Canadá en Seattle (no se puede renovar dentro del mismo país). Pasado el mes, me entraron los nervios. Nunca se habían demorado tanto en contestarme, menos con un trámite tan sencillo. Revisé el estado del envío de mi carta en el sitio Web de Canada Post y salía entregado el 10 de diciembre. Así es que decidí llamar a Seattle.
Luego de pasearme por varios anexos y hasta solicitarme un fax, me dieron la insólita respuesta: No saben de qué les estoy hablando. No tienen ningún documento mío y niegan haber recibido el sobre. Canada Post tiene el recibo timbrado por el Consulado canadiense (lo que les envié por fax) y ni con eso han avanzado en las averiguaciones.
En el Consulado chileno de Vancouver, en tanto, no supieron ayudarme (¡qué más podía esperar, si cada vez que llega un chileno a preguntarles algo relativo a estudios o a vivir en Vancouver, lo mandan a hablar conmigo, porque ellos no tienen “información actualizada”!)
Lo más trágico de las respuestas oficiales es que ambos consulados coinciden en que:
a) No puedo salir de Canadá sin pasaporte
b) No puedo entrar a Chile sin pasaporte
c) No puedo quedarme en Canadá más allá del vencimiento de mi VISA de trabajo (junio), a menos que la renueve, pero:
d) No puedo renovarla si no tengo pasaporte.
Sé que los canadienses se las arreglarán para sacarme de aquí llegado el momento (Ya saben:¡un inmigrante menos!). Pero, por mientras, “no soy de aquí ni soy de allá.”
Quizás ni siquiera existo en el Cyberespacio.
La estrofa que ha estado sonando en mi cabeza es ésa que dice más o menos así:
“No soy de aquí, ni soy de allá
no tengo edad, ni porvenir
y ser feliz es mi color
e identidad”
Ahora, el porqué ha vuelto a mi repertorio mental NO tiene nada que ver con las clases de tango, ni con mis amigos argentinos de Vancouver, sino con un hecho mucho menos romántico y bastante patético, a decir verdad.
Trataré de hacer el cuento corto. Hace más de 6 semanas (principios de diciembre) decidí renovar mi VISA canadiense. Tengo un permiso de trabajo, pero si quiero salir del país, no puedo volver a entrar sin la bendita VISA. Hasta entonces, no tenía intenciones de viajar fuera de Canadá, sino hasta que regresara a Chile. Pero la nostalgia y otras cosillas me motivaron a renovarla.
Así las cosas, junté los documentos, pagué los impuestos correspondientes y envié todo, pasaporte incluido, al Consulado de Canadá en Seattle (no se puede renovar dentro del mismo país). Pasado el mes, me entraron los nervios. Nunca se habían demorado tanto en contestarme, menos con un trámite tan sencillo. Revisé el estado del envío de mi carta en el sitio Web de Canada Post y salía entregado el 10 de diciembre. Así es que decidí llamar a Seattle.
Luego de pasearme por varios anexos y hasta solicitarme un fax, me dieron la insólita respuesta: No saben de qué les estoy hablando. No tienen ningún documento mío y niegan haber recibido el sobre. Canada Post tiene el recibo timbrado por el Consulado canadiense (lo que les envié por fax) y ni con eso han avanzado en las averiguaciones.
En el Consulado chileno de Vancouver, en tanto, no supieron ayudarme (¡qué más podía esperar, si cada vez que llega un chileno a preguntarles algo relativo a estudios o a vivir en Vancouver, lo mandan a hablar conmigo, porque ellos no tienen “información actualizada”!)
Lo más trágico de las respuestas oficiales es que ambos consulados coinciden en que:
a) No puedo salir de Canadá sin pasaporte
b) No puedo entrar a Chile sin pasaporte
c) No puedo quedarme en Canadá más allá del vencimiento de mi VISA de trabajo (junio), a menos que la renueve, pero:
d) No puedo renovarla si no tengo pasaporte.
Sé que los canadienses se las arreglarán para sacarme de aquí llegado el momento (Ya saben:¡un inmigrante menos!). Pero, por mientras, “no soy de aquí ni soy de allá.”
Quizás ni siquiera existo en el Cyberespacio.
8 Comments:
Primero - este blog dicharachero ha sido agregado a la listita del Bodegón.
¿Y por que visa de trabajo y no de estudiante?
Bueno, no es asunto mío.
Espero hayas sacado fotopias legalizadas de TODO antes de enviarlo.
... no digas ná, no digas ná ...
No tienes a alguien que "de vuelta la mesa" allá en Seattle?
Nombres, Ceci, con quien hables por email o teléfono, o fax, que te de el nombre, sino nadie se hace responsable de nada.
Y suerte!
Pues con ese mismo papel que tienes timbrado de que se envió y se recibió, anda al mismísmo gobierno canadiense y arma una nunca antes vista... No hay una oficina como de extranjería o algo así...?? porque ahí tal vez deberías insitir...
Y sí, en ninguna parte del mundo parece que el consulado chileno ayuda mucho... es verdad.. yo también lo sufro cada vez, y cada vez me desespero y los odio a muerte, pero es inevitable, a veces uno los necesita y vuelve a pensar que te ayudarán.. pero no, nada, volvemos a lo de siempre...
Un beso, e insiste.. es cierto eso que dice Doc.. no tienes a nadie en Seattle?? que pueda ir y hablar y decir..??
Ceci,
Me parece super triste que te esté pasando todo esto (lo que cuentas en tu blog, más lo que unos pocos sabemos, más lo que callas).
"Lo que no nos mata nos hace más fuertes"
Yo confío que, con lo movida que eres, vas a encontrar la solución pronto. Y tú, sigue confiando en tu buena estrella, ésa que nunca te ha abandonado y que me ha hecho enviadiarte varias veces.
Gracias a todos por el apoyo. No tengo a nadie en Seattle, pero estoy “moviéndome,” como dice el (la) amigo (a) anónimo (a). Luego les cuento detalles. Gracias de nuevo…
Una mirada aquí:
http://www.cic.gc.ca/english/index.html
puede ser que salte la liebre de a qué departamento acudir.
Suerte!
Insólito. Como para cantarles "Blame Canada", la cancioncita de South Park.
Aquí va una estrofa:
It seems that everything's gone wrong since
Canada came along
Blame Canada!
Blame Canada!
They're not even a real country anyway.
No condenemos a un maravilloso país por culpa de unos pocos ineptos!
amiga, coincido que los ineptos no son los canadienses sino los que recibieron. también se puede culpar a fed-ex, conozco muy de cerca donde los ineptos entregaron un computador de 3 mil dolares en direccion equivocada y se querian lavar las manos.
a patalear no más, citando a otro transandino "el que no llora no mama, y el que no mama es un gil".
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