Cyberceci in Vancouverland

What am I still doing here? Read and find out...

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Location: Vancouver, British Columbia, Canada

I studied Journalism in Chile and have a Master of Journalism at The University of British Columbia (UBC), Canada. My dream? To be the first correspondent on the moon, where I plan to go as soon as I can.

Thursday, March 31, 2005

Cuando un amigo se va...

Hace sólo unos minutos regresé del aeropuerto. Mi amigo ha vuelto a casa. No sé si algún día nos volveremos a ver. Y, en lo único que puedo pensar ahora, es en estos versos de la canción de Alberto Cortés :

Cuando un amigo se va
queda un espacio vacío
que no lo puede llenar
la llegada de otro amigo.

Cuando un amigo se va
galopando su destino
empieza el alma a vibrar,
porque se llena de frío.

Cuando un amigo se va
se queda un árbol caído
que ya no vuelve a brotar
porque el viento lo ha vencido.

Para tí, Francisco.

Monday, March 28, 2005

El significado de Amar

El último post de Alma me hizo recordar lo que me dijo una vez Enrique, un amigo chileno: “Se sabe que amas a alguien cuando estás dispuesto a morir por esa persona.”

Y tú, ¿ por quién estarías dispuesto a morir?

Wednesday, March 23, 2005

Debo estar soñando

Y un sueño del cual no quiero despertar. Debe ser el sueño que decidí regalarme hoy, en el día de mi cumpleaños.

En este sueño, me despierto con un llamado telefónico en el cual me informan que me han elegido para ocupar el cargo de editora general en el tipo de trabajo que siempre he querido tener.. Me invitan a visitar la que será mi oficina, ubicada en pleno corazón del downtown, y me recalcan que están dispuestos a realizar todos los trámites necesarios para que Immigration Canada me dé el permiso de trabajo correspondiente.

Brinco de mi cama impulsada por una felicidad tan enorme, que me podría servir fácilmente para disfrutarla en pequeñas cuotas diarias por el resto del año. Abro las cortinas y el día está precioso: soleado y tibio. Con mi café recién hecho en la mano salgo a la puerta a recoger el periódico del día y me encuentro con una rosa roja y una tarjeta inspiradora, que uno de esos súper amigos que he conocido acá en Vancouver me dejó seguramente muy temprano, como sorpresa.

Cuando llego a la oficina, encuentro la luz de la contestadora pestañeando furiosa: varios mensajitos y hasta canciones cumpleañeras me obligan a seguir sonriendo. Por e-mail, los amigos que están lejos me hacen saber que también me recuerdan.

“Me iré a morir hoy?,” pienso. “No puede ser que esto me esté pasando porque sí nada más.”

En mi sueño, el día termina con una cena bien regada y muy, pero muy bien acompañada.

Ojalá no esté soñando...

No comments!


No se ve, pero las camisetas dicen: "Alarm clocks kill dreams" Posted by Hello

Estos canadienses son muy patudos. Como ven en la portada del periódico Metro, el naciente partido WLP (Work Less Party) está protestando por lo “mucho” que se trabaja en Canadá. Piden una jornada laboral de 32 horas semanales como máximo. ¿Su lema?:“Workers of the world...relax

Me caen bien estos tipos.

Sunday, March 20, 2005

Corazón Testarudo

Y yo que creí que habíamos hecho las paces. Que por fin había entendido que tenía que escucharme atentamente antes de actuar. Que ya le permití una vez mandarse sólo y todo resultó mal, tal como se lo predije desde un principio. “Nunca más,” me prometió. Pero, no. Este corazón testarudo no aprende. Ni quiere aprender.
Que quede constancia: le estoy diciendo que no... Pero hace rato que me dejó de escuchar.

Thursday, March 17, 2005

¿Stressada en Vancouver?


Así se trabaja en Vancouver
 Posted by Hello

Sí y envidiosa también. Mientras yo corro de un trabajo al otro, almuerzo un sandwich furtivamente en un bus (está prohibido comer en el transporte público), hago clases de español, una revista, un newsletter, oficio de consejera sentimental y organizadora de carretes varios, compro, cocino, lavo, plancho, respondo e-mails, llamados telefónicos y cartas, entre otras cosas, los canadienses acá en Vancouver conversan tranquilamente un té o café por horas de horas. Y, si miras por la ventana, verás que la bahía está llena de veleros a eso de las 3:00 o 4:00 pm.

¿A qué hora trabajan? ¿Trabajan? ¿Serán todos millonarios? ¿O jubilados?

Quizás son veleros a control remoto, diseñados para sacarle pica a la minoría tercermundista que conformamos la clase trabajadora.


Y más Posted by Hello

Thursday, March 10, 2005

Auto-plagio

Nota: Por falta de tiempo, creatividad y de picada que estoy porque me publiquen siempre mis columnas con las peores fotos y con fallas de tipeo (el Webmaster me debe tener mala), paso a copiar a continuación mi más reciente artículo publicado en La Segunda Online. Pero sin censuras ;-)

Del Matriarcado Factual al Legal

Trabajos en el camino y, quien te detiene con el típico "Signo Pare," es una mujer. Pasas por una construcción y, arrastrando la carretilla con cemento, una mujer. Te subes a la micro y quien conduce... Sí, es una mujer.
En un país como Canadá, donde estas escenas son parte de la cotidianeidad, uno podría pensar que una mujer Presidente o, en este caso, Primer Ministro, es una posibilidad súper concreta. Error. Y grande.

En febrero de 1993, estando el país sumido en una recesión económica agravada por discordias políticas, Brian Mulroney, anunció su dimisión como Primer Ministro y dirigente del Partido Conservador. Quien le sucedió, por primera vez en la historia de Canadá, fue Kim Campbell. Pero poco duró Kim en ese puesto. Sólo cuatro meses después, cuando se realizaron las elecciones generales, la primera fémina en el máximo cargo de la estructura política canadiense fue derrotada en la urnas.

Si uno revisa la prensa de entonces, está claro que Kim era la esperanza del Partido Conservador Progresista para derrotar a Jean Chrétien, pero no pudo. Ni en un país tan supuestamente abierto y multicultural, donde la aceptación de la diferencia es la norma y no la excepción, esta mujer no pudo cambiar la historia. Algunos dicen que se debió a que Kim era dos veces divorciada y no tenía hijos. ¡Horror! No sólo era mujer, sino que no era la "típica" mujer.

¿Y así le pedimos a Chile que de un paso tan grande como lo es elegir a una mujer como Presidente de la República? Por favor, no me malinterpreten. Yo sería la primera en celebrar si algo así sucede y, aunque sepa que no voy a ganar, votaría por Soledad Alvear o por Michelle Bachelet, sólo por demostrar que habemos muchos dispuestos a darle la bienvenida al cambio. Pero, cada vez que he conversado el tema con compatriotas, todos llegamos a la misma conclusión: No estamos listos. Pese a que en la mayoría de los hogares manda la mujer, a nivel país ellas se mantienen en un segundo plano.

La pregunta es entonces ¿qué se necesita para que una mujer con capacidad y ganas se convierta en Presidenta?, ¿para que del matriarcado factual pasemos al legal?

No tengo la respuesta pero creo que, lo primero, es que los principales exponentes del machismo en Chile, o sea, nosotras las mujeres, apoyemos a nuestros pares, que creamos en ellas.

Segundo, que todos lo que se consideran "abiertos de mente," especialmente ese 58% de los chilenos que manifestaron en una encuesta de la Fundación Siglo 21, realizada el 2003, que estamos preparados para tener una mujer Presidente, refleje eso en las urnas.

Lamentablemente, lo anterior tiene pocas probabilidades de pasar desde el universo muestral de las estadísticas a la realidad impresa en un papel en forma de voto. Es más, no me sorprendería si, ante un posicionamiento sólido de las candidaturas femeninas, se recurre a cualquier pecado venial, que se pueda hacer lucir digno de la hoguera, para que esto no cambie. Y que siga siendo más conveniente creer en las vinculaciones frentistas de Bachelet (con el MIR) y por qué no, hacerla culpable de los errores de inteligencia hasta de los scouts. O hacer a Soledad Alvear responsable de cualquier consecuencia desfavorable que el TLC nos traiga en el futuro.

Si los ataques a las capacidades de estas mujeres fallan, siempre está la posibilidad de transformarlas en malas madres, vecinas indeseables, esposas infieles o directamente en putas; tal como en el film donde un supuesto desliz sexual de la senadora, en sus años de universitaria, es usado por sus detractores para hacer de ella un paradigma de carencia moral. Por ende, la única opción que parece quedarles a las féminas con aspiraciones de poder es ser, como no lo ha sido ningún hombre en política, santas e intachables hasta el resto de sus vidas.

Mientras, sólo nos queda esperar los resultados y, de paso, rogar por que esté equivocada.

Tuesday, March 08, 2005

Aplastada por una estampida de elefantes!!!

Si eso me hubiese pasado me sentiría igual o quizás mejor. Es el precio de ser independiente y porfiada. De no saber pedir ayuda cuando la necesito. De creerme la súper amiga, súper hermana, súper hija, súper periodista y querer hacerlo todo yo solita. Y lo mejor posible.

Pero sobreviví. Una vez más.

Comencé a correr la maratón el sábado 26 de febrero, cuando me tuve que enclaustrar en la oficina de UBC para cerrar la edición de la revista de marzo. Trabajé todo el fin de semana (con la pausa del Sábado en la noche, cuando fui a la reunión que inspiró el post anterior). Luego, Lunes y Martes trabajé de día y empaqué de noche, ya que me cambiaba el Miércoles. Así fue, pero el mismo día ocurrió una emergencia en mi otro trabajo oficial (hago el newsletter de una empresa minera canadiense con operaciones en Chile) y tuve que llegar a mi nueva casa a desempacar sólo el pijama, el cepillo de dientes y el laptop. Me dieron las 2:00 o las 3:00 am escribiendo, ya no me acuerdo. Cuando terminé, apenas pude ponerme el pijama y dormí así, sobre el colchón, tapada con la ropa que había usado durante el día.

Ya tenía media pista recorrida, no me iba a dar por vencida ahí. Además, quedaba aún la reunión del Jueves (día siguiente a mi mudanza), en la cual tenía que dar una presentación sobre lo que fue mi “gestión” como editora de la revista en el año académico 2004-2005. Con apenas cinco horas de sueño y un dolor de cuello antipatiquísimo (aún no me conseguía una almohada), llegué a la oficina a preparar mi presentación, asistir a la reunión y dar clases de español después de eso. Al día siguiente destiné media hora a hacerme amiga del pastor alemán tamaño jirafa que tienen los dueños de casa (coima, léase, galleta de huesito, incluida en el show matutino). En la oficina no paré de teclear y teclear. Todo por llegar a tiempo a la clase de tango, desde donde corrí a una fiesta de salsa en la cual tocaba a manera de debut un amigo colombiano.

El Sábado en la “mañana” (digamos, desde las 11:30 am de la madrugada) desempaqué y me fui al cumpleaños de Christian, el pololo de Claudia, una pareja de chilenos espectacular, que merece post aparte.

Entremedio, convencí a mi mejor amigo de no ser gil y aceptar el trabajo que le ofrecieron acá en Canadá en lugar de volverse a Chile. Fui paño de lágrimas de una conocida y me fui a otro cumpleaños el Domingo, donde cociné empanadas, bailé al ritmo de los Fabulosos Cadillac hasta que ya no sentí los pies, conocí a una cuantas féminas que se merecen el título de Brujas (con mayúsculas) y también confirmé que no todos los hombres son como la mayoría de los que existen en mi mundo (casos perdidos), sino que hay algunos muy lindos (por dentro y por fuera) y también que un litro de café cargado con muchos chocolates como única alimentación en casi 24 horas, de seguro te provocan un ataque al colon y que es hora de que vaya asumiendo que la jovencita que aparece en mi pasaporte no es la Ceci de hoy, pues a ésta le duele todo el cuerpo y a veces hasta echa de menos poder darse el lujo de ser débil y que alguien le de un abrazo o la aliente “desde la galería,” para convencerla de seguir corriendo sin desmayar. Y que la haga creer por un instante que será la última vez. Que todo va a estar bien tranquilo después. Que lo peor ya pasó.

Para los que saben leer entre líneas:¡Feliz Día Internacional de la Mujer!

Y deambulan por este blog:

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